EXPEDICIÓN RURAL ANTIOQUIA 2023
La experiencia vivida es sin lugar a duda una invitación a pensarnos una escuela en constante dialogo con los territorios, donde se nos plantea la necesidad de reconocer y escuchar las ruralidades de Bogotá, como espacios de aprendizaje, fortalecimiento y transformación pedagógica, donde se reconoce el papel de niños y jóvenes como protagonistas de su aprendizaje y del docente como mediador.
Entonces el territorio se ve y se siente como espacio de aprendizaje, en el que los estudiantes vivencian un proceso formativo cargado de experiencias y significados, y donde se entiende el acto educativo como un proceso de vivificación cultural y espiritual que intenta incluir, agrupar e integrar todas las tradiciones.
Otra idea importante es la de transformar el currículo, eliminar las asignaturas como tal y abordarlo desde los saberes pues permite agrupar un sinnúmero de asignaturas desde temáticas específicas, desde la riqueza de los saberes ancestrales que en algunas veredas siguen siendo vigentes.
Por último y no menos importante, se valora y celebra la gestión para abrir un espacio de formación tan valioso, primero desde el buen vivir para cada maestro que participó de la experiencia, y segundo, desde la posibilidad de pensarnos la oferta de la educación rural desde apuestas diversas que respondan a las necesidades de los contextos y de los sujetos.